
La música campesina de Pasto, Nariño, Colombia, es un tesoro cultural que refleja la vida y las tradiciones de las comunidades rurales de la región. Este género musical se caracteriza por su conexión con la naturaleza, el trabajo en el campo y las vivencias cotidianas de sus habitantes. Con ritmos vibrantes y letras emotivas, la música campesina narra historias de amor, desamor, alegría y sufrimiento, convirtiéndose en un vehículo para expresar la identidad y el sentir del pueblo pastuso.
En este contexto, el Concurso de Música Campesina ha jugado un papel fundamental en la promoción y preservación de esta rica tradición. Celebrando recientemente su 20 aniversario, este evento se ha consolidado como una plataforma vital para artistas emergentes y consagrados. Compositores como Florencio Jojoa, Olivo Ibarra y Fidencio Tulcán han sido figuras emblemáticas en este concurso, aportando su talento y creatividad a un repertorio que resuena profundamente en el corazón de los pastusos.
Florencio Jojoa es conocido por sus letras poéticas que evocan paisajes y sentimientos arraigados en la cultura local. Olivo Ibarra, por su parte, ha fusionado ritmos tradicionales con influencias contemporáneas, atrayendo a nuevas audiencias sin perder la esencia del folclor. Fidencio Tulcán ha destacado por su habilidad para contar historias a través de sus canciones, conectando generaciones con relatos que trascienden el tiempo.
El Concurso de Música Campesina no solo celebra el talento musical; también fomenta un sentido de comunidad y pertenencia entre los participantes y el público. A lo largo de dos décadas, ha contribuido a revitalizar el interés por las tradiciones locales y ha fortalecido la identidad cultural de Pasto. Así, la música campesina sigue siendo un pilar fundamental en la vida social y cultural de Nariño, resonando con fuerza en cada acorde y cada verso.